Inca, aymara. Eso no importa. El curso sigo del río. Sé que ese es mi camino. Desde las montañas desciendo, con corazón ligero. La selva me señala mi ruta, el sendero hacia mi destino.
How can, a place like this? How can it be? The marshes in the valley; Wet land among the forest, Between giants. Trees, Killing, and being killed. Buzzling, thousands, millions. Insets everywhere. Sudden rain, pouring. Glorious Sun. Ablaze on the sky. And Fog: the mist and the mistery. Secrets behind multiple walls. So much charm So frightening. … Magic, Surrounding everything
¿Y si se yergue el gigante, despierta de su sueño, de millones de años? ¿Si cubre con su real manto la totalidad de su dominio?
Pero ¡no! Ya llega el Hombre, Débil David frente a aquél. Sin embargo, cien años bastan, sobran. El inlandsis se encoge. Miedo siente. Huye veloz, más. Y desaparece.
Tan simple; como un lago, un crepúsculo. El cielo límpido, salvo unas nubes. Cruzan el cielo, se reflejan. Cómo se desliza la niebla, desde el collado.
Tan calmo. Idílico. Y el silencio. Intangibles, los sentimientos. Tan reales, las sensaciones.
Noche en Concordia. El perfil iluminado. Ya no por la Luna, hace tiempo se puso. Ni siquiera las estrellas, su reflejo. Reflejo sobre la nieve, claroscuro impensable.
La claridad proviene de dentro. ¿De la madre Tierra, de la deidad de las montañas? Y de las aristas de las mismas, intangible belleza, nos recuerda que hay algo más, tal vez inmanente.